Cada año se producen 100.000 millones de prendas en el mundo, que generan en su producción un 3% de dióxido de carbono del planeta, es decir, unas 850 toneladas. Son datos extraídos del último estudio realizado por Greenpeace, en el que se evidencia la problemática ambiental que genera la industria de la moda.
La moda de segunda mano, antaño estigmatizada por la sociedad, se presenta ahora como una oportunidad para mitigar el desastre medio ambiental o, al menos, concienciar a la población sobre la importancia de conservar la ropa y no caer en el frenesí del “usar y tirar”.
Fuente: La Vanguardia